Este taller surge del encuentro entre la fotografía como lenguaje universal y la educación como herramienta transformadora.

En colaboración con la Fundación AVIVA, hemos diseñado un programa formativo y creativo que permite a los participantes explorar, experimentar y narrar su realidad desde su propia mirada.

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El enfoque del taller es documental y participativo: no buscamos imponer una estética, sino dar espacio a la autenticidad de cada persona. A través de actividades accesibles, dinámicas sensoriales y ejercicios prácticos, los participantes aprenden a observar su entorno, capturar emociones y construir relatos visuales significativos.

 

La fotografía aquí se convierte en:

• Una forma de expresión personal, donde cada imagen es una declaración única.

• Una herramienta educativa, que refuerza habilidades emocionales, comunicativas y creativas.

• Un documento vivo, que refleja la diversidad y la riqueza de cada mirada.

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El proceso se desarrolla en un entorno cuidado y respetuoso, en el que se potencia la autonomía creativa y la confianza de cada participante. El taller culmina con una exposición colectiva que da visibilidad a su trabajo, celebrando la fuerza de sus historias y la belleza de sus perspectivas.

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Este proyecto no solo habla de fotografía: habla de inclusión, dignidad y memoria. Cada imagen es un testimonio que enriquece la narrativa colectiva de nuestra comunidad.

 

Mirar el mundo con otros ojos es también aprender a habitarlo de otra forma.